viernes, 2 de noviembre de 2007

Vuelve Europa

Ya hemos entrado en esa fase de la temporada en la que los descansos no existe. Partido cada tres o cuatro días. Los dos primeros rivales del Baskonia han sido Olympiacos y Virtus Bolonia; el agua y el vino.

En el estreno europeo en El Pireo, algunos veíamos que tal y como estaban las cosas ganar sería poco menos que un milagro. Los dos primeros cuartos nos dieron la razón a aquellos. Lo que ayer fue durante los cuarenta minutos el Virtus Bolonia en el Buesa lo fue el Tau en la pista helena. Sin defensa ni acierto en ataque... ni actitud. El Olympiacos llegó a estar unos 20 puntos por arriba y se asomaba una paliza histórica para los nuestros de haber seguido las cosas de igual manera.

Pero el equipo de Spahija salió con otra cara de los vestuarios y Planinic se convirtió en el jugador que todos queremos. Entraba a canasta sin miedo e incluso estaba acertado desde el exterior. La fórmula de utilizar a los dos bases a la vez salió bien a Spahija, hasta el punto de remontar toda la desventaja y jugarse el partido a cara de perro los últimos cinco minutos. Para llegar a esa situación también vino de cine el acierto exterior de Mirza Teletovic, que ahora mismo tiene el punto de mira ajustadísimo desde lejos.

El Baskonia perdió con la cara bien alta en una cancha muy difícil y en unas condiciones muy difíciles por falta de efectivos y el estado de motivación de algún jugador. Algo que también fue muy positivo es que Planinic continuara la buena línea con la que finalizó el partido frente al Manresa y que ahora mismo parece mantener.

Y ayer llegó un desconocido VidiVici Bolonia que pudo salir más escaldado de haber continuado el último cuarto igual que todo el partido. De poco creo que sirva esta paliza al equipo boloñés pues poca oposición hizo. Lo que pudimos ver es que se supo superar sin dificultad la zona que utilizó en ocasiones Pillastrini gracias al continuo movimiento del balón que llegaba sin problemas a Teletovic o Rakocevic sin defensor alguno. Si esto no salía, Planinic se atrevía a entrar y pudo sacar petróleo, más que con puntos, con faltas personales (le hicieron 8).
Una de las claves para que el partido fuera un camino de rosas fue la bárbara superioridad del juego interior local, que anotó 42 puntos (también hubo un gran equilibrio interior/exterior). Teletovic incluso tiró más tiros de cerca del aro que desde el triple (seis contra cinco), Splitter, sin dar sensación de jugar muy bien se marchó con 27 de valoración (en 18 minutos) y McDonald lo intentó adelante con fuerza, aunque no estuviera muy acertado.
La verdad es que de momento poco se puede decir de un juego colectivo falto de dos piezas y que está en plena época de ajustes, y es que tener un rival tan fácil que no ponga a prueba al equipo no ayuda para nada. Veamos qué tal contra el Estu.

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