jueves, 27 de marzo de 2008

El Baskonista de Illinois

Lo he visto y no he podido resistirme. Ante ustedes, otro de los jugadores que ha portado el Carácter Baskonia: Elmer James Bennett. El mejor base de la historia del Baskonia.

martes, 25 de marzo de 2008

Te animo si me animas

Menos mal que no pude ver el esperpento del domingo. El partido y la pitada final.

Está claro que la semana del Baskonia ha sido ridícula; de asco. Y también que ir al Buesa un día de nieve de esos que apetece quedarse en casa y ver Urtasun con 37 de valoración y al Tau 15 puntos abajo tiene que ser durísimo. Ésa es la parcela que atañe a Spahija y sus jugadores. Todos ellos reaccionaron mal. Unos por su actitud y el otro por no saber motivar ni controlar a su plantilla. El espectáculo de ESE DÍA Y EL MIÉRCOLES en Euroliga fue penoso, putapénico.

Y en estas entra en juego el público, la afición. Son tres sus posibles reacciones:

  1. Se hunde en el asiento en silencio, esperando a que pase el calvario. Al final del partido se escucha algún silbido por el ridículo.
  2. Presiona al rival y a los árbitros e intenta alentar al equipo animando.
  3. Manda a todos los jugadores a la mierda, les pita y se ceba con alguno en concreto además.
La tercera opción fue la que triunfó el domingo. Prigioni aparece hoy en un diario alavés diciendo que "el público tiene que ser más humilde". Bueno, no parece el argentino el más indicado para dar lecciones de humildad, aunque algo de razón puede tener. En ésta entrada Joseba explica fenomenalmente cómo la plantilla se ha subido a las barbas de Spahija. Y también tiene narices que Prigioni hable de humildad cuando él y sus compañeros han perdido contra los tres últimos de la clasificación por su flagrante falta de actitud. Creer que van a ganar sin esfuerzo a los rivales sí que es una falta de humildad, Pablo.

Aunque no es éste el tema sobre el que estaba escribiendo. Creer que es obligación del equipo no patinar contra rivales inferiores sí es una falta de humildad. Pero las réplicas fueron por la falta de ganas con que el equipo encaró los duelos de Estambul y el del Begar León. Puedo hacerlo o no, pero entiendo que muchos muestren su desacuerdo de alguna manera, pero... ¡no durante el partido! Y tampoco haciendo un drama.

Pero el caso es que la gente optó por ser destructiva, al más puro "estilo-Mestalla". Creo que la temporada está siendo algo irregular, pero para nada mala. A juzgar por el enfado de la gente, parece que el equipo llevara así toda la temporada. Pero nada más lejos de la realidad, seguro que esos que increpaban a Rakocevic durante el partido estaban levantados de sus asientos y gritándole "Número 1" en alguna de sus exhibiciones. Hay que recordar ese tipo de cosas antes de llamar sinverguenza a nadie.

En cambio, si el pabellón hubiera apretado al rival tal vez el equipo se habría venido arriba. Pero lo evitó cargando sobre sus propios jugadores. La grada también es un factor de motivación a los jugadores. Si no se está con los jugadores, ellos tendrán la sensación de que sólo están aquí porque se les paga.

Pero tal vez sea un fenómeno que ocurre en más pabellones. No sólo es en Vitoria donde el ambiente es muy frío. Cualquier cancha, salvo contadas excepciones como la de Menorca es muy fría. Pero de ahí a ser perjudicial para el equipo, hay un trecho.

sábado, 22 de marzo de 2008

¿Contra el Partizan sin Muoneke?


Sin duda, antes del inicio del top-16 apostaba por un Panathinaikos campeón de su grupo. A medida que le fueron pegando palos y se la jugaba en el último partido contra el Partizan, mi corazón se tiñó de blanquinegro. ¡Es más fácil el Partizan de Belgrado que el campeón de Europa! Y va y le elimina. Toma castaña. La cuarta Final Four consecutiva se acerca.

Pero después de esa fase de euforia y confianza, llegan las preguntas. ¿Y cómo narices juga el Partizan? ¿Qué jugadores y qué entrenador tienen? Al fin y al cabo, han eliminado al Panathinaikos en un partido a cara de perro... Algo tendrán. Yo no lo sé, porque ni siquiera les he visto jugar. Pero algo seguro que tienen. Imagino un club tipo Zalgiris. Un grupo joven, plagado de talentos con algún americano que aporte puntos y experiencia. Y un pabellón, el Pionir, calentísimo, sobrado, en el que el ambiente hace muy difícil la victoria visitante. Eso sí, un grupo que lejos de casa casi cuenta sus partidos por derrotas. Típico tópico, aunque no debe ser del todo cierto cuando en esta temporada ha perdido por uno y por dos puntos en sus dos visitas al OAKA de Atenas o ha ganado en las dos pistas de Estambul.

Poniendo nombres, lo que conozco del Partizan son tres jugadores. El primero de ellos, Nikola Pekovic, es un chaval de 22 años, pívot, de 2,10 metros de altura y una fuerza bruta tremenda. Lo conocí cuando acumulaba sus primeros MVPs en la Euroliga. Dicen que el año que viene vestirá la camiseta del Panathinaikos. Otro joven es el alero que en su día pretendió el Baskonia, Uros Tripkovic. Un todoterreno cumplidor que parece haberse estancado. Y el tercero es Milt Palacio, el base extranjero anotador. Además de eso, para mí destaca porque puede que sea la primera persona que sé que es de Belize. Sólo por eso tiene que ser un tipo peculiar. A ver si cuando venga a Vitoria consigo echar unos tragos con él.

Calidad pero inexperiencia. Pabellón hostil. Nada que perder. El Baskonia no lo tendrá todo lo difícil que lo podría haber tenido para ir a Madrid, pero parece que tendrá que sudar. Y otra cosa que tendrá que hacer, pero en los despachos, es decidir si será Muoneke o Singleton el 'cuatro' que se enfrente al juego interior serbio. Creo que no hay duda de que el nigeriano ha cumplido de sobra con su cometido. Está siendo un temporero rentable por su rendimiento y Singleton no parece estar en la forma suficiente que requiere este cruce de cuartos. No se puede fallar, y en mi opinión Gabe debería continuar en el club después de que termine su vínculo este 29 de marzo, como mínimo, hasta que finalice la eliminatoria de Euroliga. Ahora mismo, parece la mejor garantía.

Y de regalo, un vídeo con el ambiente del Pionir:

lunes, 17 de marzo de 2008

¡Cuánta gente!



Diez jugadores y más de diez minutos de juego para cada uno de ellos. El que más jugó, Pete Mickeal, lo hizo algo menos que 27 minutos. Un equipo con tanto poderío físico, con 10 jugadores en buenas condiciones y frente a un rival más modesto y sin tres jugadores importantes llevó a ese 60-78 final en Bilbao. Menos mal, porque entre esta victoria y la de las semifinales de Copa parece olvidarse el varapalo que los vecinos del botxo nos dieron en el Buesa Arena.

Al tran-tran, el Baskonia fue administrando durante tres cuartos pequeñas ventajas desde la misma salida. La defensa de los de Spahija fue lo más destacable del choque entonces. La alternancia entre zonas y marcajes individuales tapó las entradas de Huertas, uno de los escasos recursos que enseñaron los bilbaínos, y también fue desgastando física y moralmente al rival que, pese a contar con nueve jugadores, no estuvo al nivel físico del Tau. Los salvajes tapones de Mickeal fueron una representativa alegoría de la superioridad de fuerzas de unos sobre el otro.

Cuando la presa ya estaba agotada, Pablo Prigioni supo encontrar su lugar en el encuentro. Había estado fallón en el pase y cometió cuatro pérdidas totalmente evitables, pero al final del tercer cuarto se aprovechó a la perfección de la irrupción de Tiago Splitter. El brasileño con los -ic del Iurbentia, demasiado lentos y blandos para defenderle. El arreón iniciado entre él y Mickeal a diez minutos del final prometía una paliza en toda regla. Los de Vidorreta estaban completamente desbordados en defensa. Pero casi peor estaban en ataque, donde su escasez de ideas y el miedo a atacar el aro les hacía arrojar (tal cual) el balón desde los 6,25. Y claro, en estas circunstancias el porcentaje bilbaíno desde el triple no fue nada bueno: 1/17.

Pero Spahija no es Ivanovic, y el rodillo azulgrana aminoró su marcha. Ya había suficiente. Esta semana toca ir a Turquía ya como primeros de top-16, frente a un Fenerbahce ultra-motivado por sus posibilidades de pasar a cuartos de final. Tengo muchísima curiosidad por ver si las ganas otomanas superan al físico baskonista. Esto cada vez se parece más al equipo por el que se apostó en verano. Pero se puede seguir mejorando y supongo que de aquí a un mes Singleton volverá a ser él.

sábado, 8 de marzo de 2008

Buscando provisiones en la despensa

Aunque el tema de moda en el Baskonia sean las lesiones, aunque las dos últimas victorias hayan llegado de forma poco brillante, aunque el Panathinaikos se esté rumiando como el posible rival de cuartos de final... la calma parece ser la tónica reinante en los últimos tiempos por Zurbano. Yo tengo ilusión por este grupo.

Estoy expectante, como si se tratase del comienzo de una nueva campaña. Una especie de pretemporada en la que se configura un equipo nuevo parece suceder en el Baskonia. Algo extraño, sabiendo que se llevan ya más de cinco meses de competición. ¿Pero qué te pasa? ¿Por qué dices esto, Jon? Al fin y al cabo, no he podido escribir sobre el equipo esta semana porque no he podido ver los partidos y tal vez sea que necesite contar algo...


Pero daré mis argumentos. Cada vez tengo más claro que la explosión de baloncesto total que el Tau realizaba en noviembre hasta la derrota en casa frente al CSKA fue una pura casualidad. Y qué casualidad que el equipo jugara tal y como los más optimistas creían que lo haría por estas fechas. Los de Spahija no han vuelto a tocar ese nivel. Tal vez un poco a finales de enero justo en la puesta a punto para la Copa del Rey.

¿Dónde estamos ahora? Una vez disputado el torneo copero el objetivo era adquirir el billete para cuartos de final de la Euroliga como primeros de grupo. Parece que está conseguido. Ahora es turno de ir a la despensa y buscar esas piezas que han ido faltando durante el curso para realizar ajustes que lleven a la concepción que Spahija tenga de las aspiraciones de su equipo, que no dudo que son altísimas.

Ahora hay dos bases ofreciendo unas prestaciones altísimas; el juego exterior está más compensado que nunca, con la fuerza bruta y pundonor de Mickeal, la anotación de Rakocevic, el descaro e intensidad del mejor Vidal y la que ahora sí parece integración de la brillante muñeca de Jasaitis. En el juego interior irá reapareciendo en pequeñas dosis Singleton, que parece que aportará un plus de ejercicio físico e irá desbancando a Teletovic como protagonista y condicionante total de los ataques azulgranas.

Un aluvión de lesiones está siendo el único impedimento, pero en una semana podría darse una situación desconocida: ¡todos los jugadores a disposición del entrenador! Pero a nadie se le escapa que aunque las magulladuras de este equipo hayan sido constantes todo el año, los resultados están acompañando. Lo dice la pasada encuesta de este blog, en la que parecía haber unanimidad en que las cosas avanzan de una forma adecuada.

Se están dando las premisas deseadas para que el Baskonia llegue en condiciones óptimas al tramo más decisivo de la temporada. Todo esto después de una época dubitativa, en la que los malos encuentros de Teletovic o las incomparecencias de Mickeal resultaban casi mortales. Parece que esto se está superando, incluso que se va superando el miedo a perder en finales ajustados. Haber podido competir e incluso vencer en las condiciones de los últimos partidos ha permitido otorgar más responsabilidades de las habituales a Planinic, Vidal o Jasaitis, que se puede decir que han respondido con creces. Y es la hora de las reapariciones.

Puede ser que este mes de marzo sea el último en el que Spahija pueda recoger los últimos tarros de la despensa. Ahora mismo lo veo cogiendo el de la intensidad defensiva y el rebote (Mickeal y Singleton), perfeccionamiento del juego exterior (Jasaitis) y mayor imprevisibilidad ofensiva. Todo esto sin olvidar que el Tau está ya clasificado para los cuartos de la Euroliga y que avanza tercero en la ACB.

Muchos grandes equipos parecen haber tocado su techo, como pueden ser Joventut o Real Madrid. En Vitoria, el nivel actual es más que aceptable, pero el margen de mejora se presume también bastante considerable, junto al de Barça y Unicaja. La pregunta es, ¿en qué nivel dejará esa supuesta mejora a nuestro equipo?

domingo, 2 de marzo de 2008

Muebles salvados

Con el partido matinal del domingo bien reciente lo único que atino a decir es que en esta semana el Baskonia ha conseguido salvar los muebles. Teóricamente no era una semana para pasar apuros, pero la falta de rotaciones (entre otras cosas) tuvo sus malas consecuencias en Madrid y a punto estuvieron de tenerlas también contra el Menorca. No así en Salónica.


Pocas cosas que decir de la semana, aunque sí muy claras. La principal, que James Singleton se encuentra entrenando con el grupo y es posible que comience a disputar sus primeros minutos esta misma semana. ¿Recordáis? ¡La cuarta pata del banco! Quizás esto sobre, pero que nadie espere que el americano vuelva arrasando porque tiene que realizar primero una pretemporada hasta su acople, tanto físico como táctico. De momento, Muoneke no sobra.

Otra cosa a comentar, la referida a la Euroliga. Si como parece el Baskonia finaliza primero de grupo en el Top-16, ¡qué putada que pueda tocar el Panathinaikos! Parece que a los griegos les ha sentado mal el cambio de Tomasevic por Prkacin por lesión del ex-baskonista. Si esta semana se vence al Lietuvos, teniendo que jugar con el Aris en el Buesa, yo daría por sentado ese primer puesto. Una machada deberían volver a hacer los verdes para no pasar a cuartos como segundos porque el Montepaschi parece estar muy fuerte.

Y lo último que se me ocurre, en importancia, sería decir que se salvaron los muebles contra el Menorca con tanta baja y sin motivación alguna. Spahija se quejaba de que cuando el Baskonia piensa en victoria segura, pierde. Pues amigo, la motivación es labor del entrenador, y todos los partidos son importantes al final de temporada. Al menos el Tau no queda rezagado del Joventut y no se complica en esa zona comprendida entre el segundo y el quinto puesto.

Y como premio a este post tan insulso, cuelgo el vídeo de un mate de Nocioni, otro del que el baskonismo no se olvida: