lunes, 31 de diciembre de 2007

Raza, rebote y Rakocevic

Ayer disfruté como hacía bastante que no lo hacía en el Buesa. También tuve 20 minutos en los que quería que mi equipo fuera el Joventut y no el Baskonia. En ese periodo se vio al Baskonia de la época de crisis, tierno en defensa, con un Prigioni desquiciadísimo y con Splitter como único baluarte. Planinic tampoco lo estaba haciendo mal, aunque no estuviera muy acertado en el tiro. 47 puntos en contra al descanso.

La 'Penya', espoleada por un Rudy indefendible, era todo lo contrario. Los constantes cambios ordenados por Aíto pusieron el listón muy alto, pero en la segunda mitad de poco sirvieron. El Baskonia tiró de orgullo y no dejó anotar en todo el tercer cuarto más que una canasta en juego al Joventut. Pero la reacción tuvo un nombre propio. El nombre de alguien con quien la gente no suele ser justa y al cual considero al jugador con mayor calidad individual del equipo. Igor Rakocevic estuvo majestuoso y acertó en absolutamente todas sus intervenciones.

Supo cuándo tenía que jugársela, cuándo penetrar o cuándo buscar la falta. Con un estilo diferente, me recordó a esos partidos en los que Txapu Nocioni arengaba a sus compañeros y los metía en el partido. Su calidad y puntos hicieron creer a los baskonistas que el partido se iba a ganar. Cuando nadie sabía lo que hacer, Rako desatascaba y mostraba el rumbo a sus compañeros. Lo hizo con verdadero carácter.

Pero un jugador solo no puede ganar un partido, menos ante el conjunto que mejor ha jugado en Vitoria este año junto al CSKA. Vidal fue el de hace dos años y ató a Rudy en la medida de lo posible, Splitter relució en las dos pinturas y Teletovic cumplió en todo desde la oscuridad (sí, se ha archirrepetido, pero este chico ha crecido mucho).

Se notó que volver a contar con 10 jugadores no es lo mismo que jugar con bajas. El Baskonia se transformó en el Joventut en la segunda mitad y fue quien asfixió al final y quien se aprovechó de la aportación de todas las rotaciones, pues la totalidad de los jugadores aportaron algo. Las excepciones fueron Muoneke, que como es lógico anduvo algo perdido, y McDonald. Error al no apoyarle porque este jugador es bastante aprovechable y, como Spahija, yo tampoco vi una falta de actitud. Es más, diría que sus dos faltas fueron fruto del exceso de ímpetu.

Me gustó el triunfo y me gustó que se ganara con la aportación de todos, hasta Jasaitis, después de que Rakocevic hiciera creer. Pero lo que también me ha hecho tener más respeto a este equipo es que por fin ha sabido administrar una ventaja no amplia al final del partido. Ya era hora de meter los tiros libres y de dejar de tener miedo a ganar. Después de vencer al Grupo Capitol Valladolid en la prórroga, este fantasma parece ir desapareciendo.

Grande Baskonia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si estoy de acuerdo con un comentario que se ha generalizado en el que dice que el Joventut junto a CSKA han sido los mejores equipos que han pasado por Vitoira, aunque a diferencia con el partido frente a los rusos, ante la Penya el equipo si logró reengancharse al partido.

Tambien estoy de acuerdo sobre el papel principal de Rako en la reacción asi como la labor colectiva en defensa que tuvo como exponentes a Pete Mickeal y Sergi Vidal anulado entre otros a Rudy. Cada vez menos niño y cada vez menos "odiado"...

Gran victoria que debería servir de base para futuros e importantes momentos de la temporada como la Copa.