El fichaje más importante de la temporada pasada comenzó con buen pie pero terminó mal. Sin duda, Zoran Planinic tuvo dos momentos diferentes de juego. Muchos dicen que hubo un buen Planinic antes de su lesión allá por enero y desacertado tras ella. Yo mantengo que hubo un buen Planinic mientras pudo desplegar su juego y otro cuando no pudo, precisamente bajo el mando de ‘Boza’ Maljkovic. No se puede hacer jugar a este base de dos metros de la misma forma que lo hace Prigioni. Este año estará a las órdenes del entrenador con quien explotó en la Cibona y llegó a la NBA, por lo que, si resurge, Zoran puede ser un refuerzo increíble.
El Baskonia dispone de dos bases de enorme calidad y complementarios. Son radicalmente diferentes y lo que no tiene uno lo tiene el otro. Las condiciones físicas de Planinic y su dominio del balón le hacen estar predestinado a ser uno de los grandes bases dominadores del continente junto a otros como Jasikevicius o Papaloukas. Actualmente no se encuentra a ese nivel pero hay que tener en cuenta su edad (25 años). Este año será la prueba de fuego definitiva para el talentoso base, de quien la afición esperaba bastante más.
Cuando está en cancha, Planinic es capaz de imprimir un juego muy veloz. Da la sensación de que los partidos se mueven al ritmo que marca el base de Mostar. Normalmente, su superioridad física respecto a sus pares y su calidad en el bote del balón, le permiten obtener ventajas con facilidad en el ‘uno por uno’ que aprovecha para hacer penetraciones en las que anotar o forzar falta. Otro modo que suele emplear para sacar provecho a su físico suele ser llevar al poste bajo a su defensor. Todo esto suele estar acompañado de jugadas de bella factura, con florituras como pases sin mirar, por la espalda, entre las piernas... Es un jugador que por sí solo vale el precio de la entrada.
Por tanto, es un base más anotador que director pero que controla el ritmo de juego. Además, su físico hace que se le pueda utilizar en varias posiciones (la pasada temporada tuvo que jugar incluso de ‘cuatro’ algunos minutos), recordando en ese sentido a Boris Diaw. Es capaz de sumar en varias facetas como robos, rebotes, tapones... un base muy completo con un gran talón de Aquiles; la efectividad en el tiro.
El Baskonia dispone de dos bases de enorme calidad y complementarios. Son radicalmente diferentes y lo que no tiene uno lo tiene el otro. Las condiciones físicas de Planinic y su dominio del balón le hacen estar predestinado a ser uno de los grandes bases dominadores del continente junto a otros como Jasikevicius o Papaloukas. Actualmente no se encuentra a ese nivel pero hay que tener en cuenta su edad (25 años). Este año será la prueba de fuego definitiva para el talentoso base, de quien la afición esperaba bastante más.
Cuando está en cancha, Planinic es capaz de imprimir un juego muy veloz. Da la sensación de que los partidos se mueven al ritmo que marca el base de Mostar. Normalmente, su superioridad física respecto a sus pares y su calidad en el bote del balón, le permiten obtener ventajas con facilidad en el ‘uno por uno’ que aprovecha para hacer penetraciones en las que anotar o forzar falta. Otro modo que suele emplear para sacar provecho a su físico suele ser llevar al poste bajo a su defensor. Todo esto suele estar acompañado de jugadas de bella factura, con florituras como pases sin mirar, por la espalda, entre las piernas... Es un jugador que por sí solo vale el precio de la entrada.
Por tanto, es un base más anotador que director pero que controla el ritmo de juego. Además, su físico hace que se le pueda utilizar en varias posiciones (la pasada temporada tuvo que jugar incluso de ‘cuatro’ algunos minutos), recordando en ese sentido a Boris Diaw. Es capaz de sumar en varias facetas como robos, rebotes, tapones... un base muy completo con un gran talón de Aquiles; la efectividad en el tiro.
Es una pena que un jugador que basa su juego en las penetraciones (con la cantidad de faltas a favor que eso conlleva) tenga tan mal porcentaje de tiros libres: un pírrico 57% durante la pasada liga. También deberá mejorar su porcentaje de tiros de 3 (29%). Si Planinic consigue pulir sus dificultades en el tiro se convertirá, sin duda, en uno de los grandes directores europeos.
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