Comenzando por lo más importante en un equipo, el entrenador, el Baskonia ha terminado este verano con la tendencia, desde la marcha de Dusko Ivanovic, de buscar un perfil de preparador joven, con hambre de títulos y sin experiencia en clubs grandes. El nuevo ‘pizarra’ baskonista, nacido hace 45 años en Sibenik (Croacia), ha entrenado y ganado ligas en diferentes países, siendo lo más destacable de su carrera su paso por el Lietuvos Rytas de Vilna, donde consiguió formar un bloque que desbancó al Zalguiris Kaunas del trono liguero en Lituania, conquistó la Copa ULEB y compitió a alto nivel en la Euroliga. Todo esto le permitió ser reconocido como uno de los grandes entrenadores del panorama europeo y terminó fichando la temporada pasada por el Maccabi de Tel Aviv, donde estaba condenado de antemano a tener una mala temporada por la situación extradeportiva que vivía el club.
A pesar de que haya ganado títulos, este entrenador dio el salto a la elite europea al pasar el año pasado al Maccabi y este verano al Baskonia para conseguir títulos de mayor nivel. Ganar las ligas lituana, croata o israelí ha sido en su carrera más una motivación para ansiar grandes títulos que para saciarse. El croata está por dar ese salto definitivo.
Que el Maccabi se fijara en este entrenador ya dice ciertas cosas sobre él. El conjunto hebreo siempre se ha caracterizado por tener equipos muy atléticos y de cariz ofensivo. No hay duda de que la plantilla que ha confeccionado el Tau responde a estas condiciones. Algo que también suele acostumbrar a hacer Spahija es el trabajo con los jóvenes valores (cosa que difícilmente hará en Vitoria por el bajo nivel de los filiales). Hay que decir que fue él quien permitió debutar a Zoran Planinic en la Cibona donde, con 19 años, causó tal sensación que dio inmediatamente el salto a la NBA. Otro que posiblemente siga los mismos pasos sea el israelí del Maccabi Lior Eliyahu. Pero además, Spahija tendrá en Vitoria a otro jugador al cual ha manejado durante los últimos tres años, Simas Jasaitis.
A pesar de que haya ganado títulos, este entrenador dio el salto a la elite europea al pasar el año pasado al Maccabi y este verano al Baskonia para conseguir títulos de mayor nivel. Ganar las ligas lituana, croata o israelí ha sido en su carrera más una motivación para ansiar grandes títulos que para saciarse. El croata está por dar ese salto definitivo.
Que el Maccabi se fijara en este entrenador ya dice ciertas cosas sobre él. El conjunto hebreo siempre se ha caracterizado por tener equipos muy atléticos y de cariz ofensivo. No hay duda de que la plantilla que ha confeccionado el Tau responde a estas condiciones. Algo que también suele acostumbrar a hacer Spahija es el trabajo con los jóvenes valores (cosa que difícilmente hará en Vitoria por el bajo nivel de los filiales). Hay que decir que fue él quien permitió debutar a Zoran Planinic en la Cibona donde, con 19 años, causó tal sensación que dio inmediatamente el salto a la NBA. Otro que posiblemente siga los mismos pasos sea el israelí del Maccabi Lior Eliyahu. Pero además, Spahija tendrá en Vitoria a otro jugador al cual ha manejado durante los últimos tres años, Simas Jasaitis.
La propuesta baloncestística del entrenador croata consistirá en un juego ofensivo rápido, de contraataque, que se adapta perfectamente a las cualidades de la atlética plantilla de la que dispondrá. Esta forma de jugar no será nueva en el Buesa Arena, ya que desde los últimos años de Ivanovic en Vitoria el equipo evolucionó y pasó de ser un grupo de irreductibles en defensa a uno de virtuosos en ataque. Pedro Martínez y Velimir Perasovic continuaron con esta tendencia que sólo se olvidó durante los meses en los que Bozidar Maljkovic dirigió la nave baskonista. Defendiendo, pocas zonas y bastantes minutos de marcaje individual.
Y por cierto. Algo que está de moda. Spahija se pronuncia, más o menos, 'Espájia'.
1 comentario:
Me gusta. Alegre pero... serio. Es pronto para hacer valoraciones generales, pero este tío, con ese aspecto de malo de oficial de la KGB, de malo de peli de James Bond, encaja con el perfil que dejó Dusko. Igual son chorradas, pero desde que Ivanovic se marchó no había visto al Baskonia jugar tan a bloque, todos a una. Tanto en ataque... como en defensa. Repito: Me gusta.
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