domingo, 30 de noviembre de 2008

Dos estilos


El Baskonia continúa líder de la ACB después de ganar con autoridad en una dificilísima cancha frente a un muy buen rival, el Pamesa Valencia. 73-91 es el resultado, más amplio de lo que se vio sobre el parqué de la Fuente de San Luis. ¿Cómo se ganó? Como parece que se seguirán ganando muchísimos partidos de esta temporada: una gran diferencia ganada de inicio gracias a la apabullante salida de Rakocevic y Splitter tanto en el primer como en el tercer cuarto. El resto del tiempo, a aguantar. Pero intentando sumar, eso sí.

Es un análisis bastante simple del encuentro, pero lo que en este post se pretende comentar es otro asunto. En la Fonteta se vio dos entrenadores, Spahija e Ivanovic, con métodos muy diferentes. Son precisamente estos estilos a la hora de manejar una plantilla los que han determinado que uno esté fuera de Vitoria y el otro como inquilino baskonista.

Al comienzo del curso parecía que Dusko había cambiado un poco. Recordábamos de él que formaba un núcleo de 7/8 jugadores de confianza con los que se jugaba todas las fichas. Esto es, tener a un par de jugadores mirando en el banquillo y el resto pegándose unas minutadas de impresión. Había muy de vez en cuando lugar para las sorpresas (mención especial para la Final Four de Moscú en la que Betts y Gabini se tornaron en inesperados protagonistas para eliminar al Cska). Lo que es indudable es que aquél en quien Dusko no tiene confianza, lo tiene negro. Aspirará a jugar 10 minutos si lo hace bien y, en caso de cometer un error, no volverá a pisar el parqué.

Neven Spahija en cambio se empecina en meter en dinámica a todos, aunque los "más atrasados de la clase" puedan llegar a convertirse en un lastre para los demás y el rendimiento del conjunto se resienta. Con esto llegan más derrotas durante una temporada que con el "método Dusko"; lo comprobamos la temporada pasada.

Ivanovic apuesta por mantener a Prigioni en cancha 38 minutos antes que sacar a Shakur; o mantener a un muy errático McDonald (en Valencia) 21 minutos para que Barac haga, como mínimo, lo mismo. Incluso ganando de 15; los 25 puntos de diferencia parecen el margen mínimo para Dusko para hacer "pruebas".

Esta situación no tiene por qué ser negativa si se diera en choques aislados, de forma que las circunstancias obligaran a ello. Estas circunstancias son faltas, lesiones o que alguno no tenga el día. Esta situación es negativa cuando se convierte en rutinaria, cuando cada semana los jugadores de mayor confianza de Dusko se pegan dos pechadas. Esto crea dos situaciones que dejan al Baskonia en desventaja frente a sus rivales:

1- Dependencia extrema de ciertos jugadores. Si alguno de ellos se lesiona, véase Prigioni, su relevo natural no tiene confianza del entrenador (y lo sabe) y jugará más pendiente de otras cosas que del partido en sí. Entonces, paso a la improvisación: Vidal y Rakocevic de bases.

2- A más minutos y desgaste físico acumulado, mayor riesgo de lesiones. Además es sabido que el técnico montenegrino exige la misma intensidad a un jugador que lleva 10 minutos jugando que a otro que lleva 33.

De momento el Baskonia marcha imparable en ACB y algo peor en Euroliga. ¿Llegaremos a todas las finales para perderlas por cansancio? ¿Se volverá el Baskonia muy previsible? ¿Tópicos? ¿Realidad? Veremos, pero cabe lugar para preguntarse si sería mejor hacer pruebas durante la liga regular para llegar al final con más hombres, con más garantías.

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