Pues va a ser que no, que de nuevo los nuestros se han colado entre los cuatro mejores equipos del continente. El Baskonia superó todos sus miedos, que sólo estuvieron presentes los primeros minutos del partido contra el Partizan y, una vez por delante en el marcador, la concentración de todos los jugadores salvo McDonald fue extrema. Personalmente, todos salvo el norteamericano me encantaron. Menos mal que Will arregló su actuación con un 2+1 importantísimo.
Como uno más de esos 9.700 presentes en el pabellón repetiré que la ensalada de emociones en la noche fue inmensa. Una grada llena, incandescente, que, como el Baskonia de esta temporada, parece rendir cuando hace falta.
Y es que parece que no le falta razón a Spahija: "En las grandes citas siempre damos la talla". De momento así es. La temporada está siendo irregular a más no poder, se pierden partidos contra los más débiles... pero contra los grandes siempre se compite hasta el final y la mayoría han sido derrotados por los nuestros. Una pena que no ocurriera así en la final de Copa...
A principios de mayo llega otra cita de gran magnitud, la mayor. El equipo lleva entrenando ya alguna semana al completo sin lesionados y encara un calendario más tranquilo que le dejará casi una semana para preparar la cita de Madrid, donde, por otro lado, esperará el único equipo junto al Manresa que este año ha vencido todos sus choques al Tau, el CSKA de Moscú.
Una vez visto el nivel al que puede aspirar el Baskonia lo que queda en estas semanas de preparación es encontrar la regularidad, la misma que hubo el miércoles durante todos los minutos del partido. Con menos no se podrá ganar a los rusos... en una cuarta Final Four en la que el Baskonia deberá dar el paso definitivo al frente y asistir para ganarla. La lucha será brutal:
Rakocevic-Langdon
Mickeal-Siskauskas
Teletovic-Smodis
Splitter-Savrasenko
¡ C A R Á C T E R B A S K O N I A !
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