El nuevo Baskonia de Ivanovic tiene algo más que el esqueleto a la vista y los movimientos de mercado parecen prácticamente cerrados. Está por conocerse la identidad del tercer base y si se fichará algún ala-pívot. Lo que parece que ya se sabe qué componentes de la plantilla que brindó el segundo título de liga al club ya no volverán a ser inquilinos del Buesa Arena, salvo sorpresa de última hora. Planinic, Jasaitis, Singleton y Lucho Fernández son las bajas. En su lugar llegan Dragic, Barac y San Emeterio. ¿Cómo afectarán sus salidas al equipo? ¿Ha sido un paso hacia atrás o hacia delante el dado por el club? Hagamos un repaso a su temporada.
-Zoran Planinic: por consenso, parece la pérdida que más ha afectado al baskonismo. Que el CSKA le haya fichado dice bastante de un jugador cerca de sus mejores años como baloncestista. No hace falta hablar del potencial de un base que aspira a convertirse en uno de los más dominadores del continente, si es que no lo es ya. Pero no hablemos de sus condiciones, sino de su papel en el Baskonia. La dupla de directores que formaba con Prigioni era simplemente bestial. El croata era un complemento perfecto para el base de Río Tercero, pues contaba con las características que faltaban a Prigioni.
El director de Mostar tiene un dominio del balón privilegiado para su físico, por lo que Ivanovic no podrá disponer, en primer lugar, de un jugador que parte con ventaja respecto a sus pares. No pienso hacer una comparación con Dragic ni quiero decir que el esloveno no pueda hacer cosas que sí hacía Planinic, sino simplemente poner sobre la mesa los servicios que el base croata hacía para el equipo. Con él en vena, el equipo subía muchos enteros al contrataque o en el rebote. Además, cuando estaba puesto en defensa, Zoran desquiciaba por completo a los bases rivales. Cabezas o Lakovic son los ejemplos más recientes de esto, pero marchando más lejos, en la Final Four Planinic se impuso en el duelo personal a Papaloukas con suficiencia.
Otro aspecto que los aficionados del Buesa dejarán de ver es al jugador más plástico y elegante que ha pasado por Vitoria en los últimos años, algo similar a lo que fue el caso de Victor Alexander. Y, por último, se ha perdido a un jugador capaz de resolver posesiones complicadas a base de penetraciones.

-Simas Jasaitis: un especialista es en lo que se convirtió el alero lituano en su paso por Vitoria. Jugó poco y pocos minutos, dando siempre la impresión de no hacer nada o de merecer más oportunidades. Digamos que el ex del Maccabi resultó un capricho de lujo en Zurbano (también tuvo la mala suerte de tener por delante a Mickeal). Por ello, no llegó a aportar mucho al equipo, pero lo que hacía fue una pieza importante para que todos los engranajes encajaran. Son dos cosas las que se alejan de Vitoria y marchan a Badalona con el lituano. La primera de ellas es su buen hacer en defensa, donde se dejaba todo y solía secar a su par. La segunda, una muñeca buenísima desde los 6,25. El Baskonia ha perdido a un gran defensor (además de aleros altos) y tirador. Así de sencillo.
-James Singleton: tal vez la mayor incógnita de los tres. De todas formas, si su rendimiento fuera como el de los play-off, el Baskonia se quedaría sin una pieza muy sólida en defensa, un gran intimidador y reboteador y un jugador capaz de jugar en ataque de fuera a dentro haciendo daño. Además, también era capaz de enchufar algún tiro de tres, por lo que también podía dejar espacios abiertos para los pívots en el interior.
El Tau de Spahija se convirtió en un equipo físicamente superior a sus rivales gracias a jugadores como Planinic, Jasaitis o Singleton. Sin ellos, Ivanovic deberá llevar a cabo una reconversión y a buen seguro que veremos un equipo con un juego bastante diferente la próxima temporada. Y es que Dragic, Barac o San Emeterio son buenos jugadores, y además con muy buen futuro, pero sus características hacen que el nuevo Baskonia vaya a tener un estilo diferente al campeón de liga. Veremos.
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